México: el país de las maravillas o ¿las pesadillas?

Comité Editorial de Koinonía Politike

El próximo primero de julio se llevarán a cabo elecciones presidenciales en México. El virtual presidente electo recibiría un país sumergido en creciente violencia, devastación ambiental, pobreza, corrupción e impunidad: un país que pareciera nunca tocar fondo. Ante los ojos del mundo México es presentado como una democracia neonata pero genuina. No obstante, se perfila una simulación electoral como en otros años. Las elecciones presidenciales de 1988, 2006, 2012 y diversas elecciones estatales ──como la reciente en el Estado de México── son un claro antecedente de otro posible fraude electoral.

El fraude electoral en México no responde solamente a los intereses de un caudillo para enriquecerse a costa del erario público, sino a la imposición de candidatos que garanticen la continuidad de un modelo económico neoliberal. En las últimas cuatro décadas esto se ha consolidado como un proyecto que se extiende más allá de la figura presidencial; desdibujando la aparente división de poderes, las autoridades mexicanas han colaborado con fines distintos a los de la sociedad, en particular, “abrir” el país al mercado internacional para su saqueo y despojo. El papel de los operadores políticos de este proyecto es el de establecer las condiciones legales necesarias para tales fines, mediante la aprobación fast track de reformas estructurales estratégicas[1].

Pacto por México. En el inicio del sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto firmó con PRD, PAN y PRI el acuerdo, que llevó a la aprobación de reformas.

Esta “actitud distorsionada en la cual el Estado usa sus atribuciones y poderes para beneficiar intereses particulares que son contrarios y perjudiciales del interés general por el que debería velar” se denomina como desvío de poder[2]. En México, esto se manifiesta en las vastas concesiones mineras sobre el territorio mexicano, la promoción de un México “atractivo” para la inversión por sus bajos salarios y la explotación de los recursos naturales sin una regulación análoga a la de sus contrapartes europeas, entre otros. Además, la construcción de infraestructura pública está destinada a satisfacer las necesidades del capital industrial dejando de lado las necesidades más urgentes de la población; basta con observar que las carreteras principales del país se construyen mediante el despojo y la violencia para la gran industria a costa de la construcción de hospitales, escuelas y espacios públicos.

Golpeadores del PRI agrenden a activistas y periodistas en Atenco

En contraste con lo antes mencionado, al hablar de violencia en México generalmente se hace referencia solamente al narcotráfico. Es preciso destacar que el narco no es un fenómeno aislado y ajeno al capitalismo y al modelo económico actual. Al contrario, el narcotráfico no sólo es una industria por sí sola con mercados en Estados Unidos y Europa, sino que está articulado con empresas nacionales y trasnacionales. Recientemente, se evidenció la colusión de las empresas mineras con el narco[3] quienes han empleado sus “servicios” para aplastar todo intento de resistencia (como los pueblos originarios, periodistas y activistas). Tan solo en el periodo entre 2001 y 2017, las empresas mineras, en su mayoría canadienses, extrajeron “una cantidad equivalente al doble de oro y la mitad de plata” que la extraída por los españoles durante 300 años de colonia. Todo esto es posible gracias a un Estado fallido en el que las autoridades son cómplices u omisas.

Policías federales vigilan la mina de Carrizalillo en Guerrero. Foto: Miguel Dimayuga

La corrupción es otra forma de desviación del poder. No sólo se trata de una camarilla de “gobernantes” que buscan enriquecerse en lo individual, sino que responde a poderes económicos supraestatales con grandes inversiones en México y Latinoamérica. La corrupción tiene una base material, no sólo ética, de la cual proviene el dinero con el que se solventan las campañas de los candidatos afines a sus intereses. Habría que señalar no sólo a quien recibe el dinero pero también aquel que lo provee y por qué motivo. Por ejemplo, la empresa Odebrecht admitió haber pagado sobornos por 10 millones y medio de dólares a funcionarios de PEMEX[4], mientras que OHL ha sido acusada de financiar las campañas del PRI (Partido Revolucionario Institucional) por más de 15 años y con un monto que asciende a más de 4,800 millones de dólares[5]. No es casual que lo anterior coincida con la privatización parcial del sector energético mediante las reformas estructurales, mientras que a OHL se le han otorgado concesiones millonarias a través de expropiaciones sobre los territorios de los pueblos originarios.

Oficinas de Odebrecht en Lima, Perú. Foto: Mariana Bazo/Reuters

El discurso electoral más común hace referencia a las supuestas bondades de los avances realizados en nombre del “progreso” y el “desarrollo”. Prometen, como muchos, la creación de nuevos empleos ─mal pagados─; la llegada mesiánica de la inversión extrajera directa como solución absoluta y única de la pobreza; el combate a la corrupción y al narcotráfico; y sobre todo el aumento de la “competitividad” y la “productividad” para cerrar la brecha entre el Norte y el Sur global. Sin embargo, este discurso prefabricado y utilizado ad nauseam es sepultado por los resultados. Pese a que es cierto que ha aumentado la inversión extrajera también lo han hecho la pobreza, la pérdida en el poder adquisitivo, los homicidios, los feminicidios, la migración, el empleo precario, la marginación indígena, la devastación ambiental, los desaparecidos, los secuestros, la violencia y el número de periodistas y activistas asesinados.

Contrastes en el centro de la ciudad de México. Foto Alfredo Domínguez

Pareciera que en realidad el discurso pretende justificar los medios con los que suplanta a la sociedad y su voluntad por un fin económico particular: la ganancia. Los economistas convencionales señalan que el costo de una actividad es constitutivo de las partes individuales de una empresa: materias primas, salarios, materias intermedias, etc. No obstante, existen otros “costos” que son deliberadamente omitidos y no son cuantificables. Entonces, ¿la ganancia justifica los costos? En términos laborales, en el país hay más de 55 millones de pobres[6], el 42% de la población es incapaz de adquirir la canasta alimentaria básica con su ingreso laboral (Pobreza laboral de acuerdo al CONEVAL[7]) y el salario real se ha reducido un 75% desde hace 25 años. Aunado a lo anterior, el aumento deliberado de los precios de la gasolina ha pulverizado los minúsculos aumentos del salario mínimo nominal. Para los profesionistas, a quienes les fue prometido un mayor ingreso por “capacitarse” y estudiar,  no les espera un panorama muy diferente al descrito. La contratación de personas “preparadas” ha disminuido desde el 2000; para 2017, la cifra de desempleados con estudios de nivel medio superior y superior (es decir, de preparatoria en adelante) fue el 47%[8] de la población económicamente activa. Asimismo, si contamos a los migrantes indocumentados en Estados Unidos, la tasa de desempleo mexicana, tan bien promocionada internacionalmente, pasa de ser 3.3% a 14%[9]. ¡Vaya emblema de la economía nacional!

El “sueño mexicano”: Naces pobre y te quedas pobre. Foto: Cuartoscuro

El discurso antes mencionado no parece defender con la misma intensidad a todas las víctimas de la violencia y el despojo como lo hacen con la inversión y la propiedad privada. Según datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Gran Bretaña, México es el segundo país más letal del mundo sólo después de Siria ─un país que está en guerra y en crisis humanitaria[10]. Como señaló el actual presidente ante sus críticos, “lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho”[11]: como los 234 mil muertos en 12 años que no se cuentan en sus informes de gobierno; o los más de 30 mil desaparecidos (oficialmente) de los cuales el 40% tienen entre 15 y 30 años; así como a las 6 mujeres que son asesinadas diariamente en promedio sólo por ser mujeres[12]. La situación de los periodistas y de los activistas no es mucho mejor: desde 1995 han sido asesinados 103 activistas ambientales[13] “posicionando competitivamente” al país en el cuarto lugar más peligroso para los defensores de la Tierra[14]; asimismo, el año pasado, México fue la sede de un tercio de todos los asesinatos de periodistas en el mundo, ocupando el segundo lugar mundial sólo después de Siria, nuevamente. Esto sin mencionar las 155 mil hectáreas anuales deforestadas[15] y las tres emergencias ambientales diarias que ocurren en el país[16].

Contaminación en el Río Atoyac

A la sombra de estos conflictos brotan resistencias en todo el país. Existen 420 conflictos socioambientales documentados relacionados con la defensa del territorio, el agua, la soberanía, las comunidades, entre otros. El próximo presidente no sólo recibirá un Estado fallido y un país en llamas sino a una población que reacciona de manera volátil, impredecible e incluso contradictoria; una población que no se ha visto representada por sus gobernantes ni por los actuales aspirantes a la presidencia. El hartazgo de la población en México, no obstante, es un arma de doble filo: no se puede predecir hacia dónde va a decantar.

 

 

 

[1]     Sólo en el sexenio 2012-2018 en el que ha gobernado el PRI, se han realizado reformas estructurales en diversos sectores: el energético, el educativo, las telecomunicaciones, laboral, entre otras. Además, se perfilan las reformas en seguridad y en la gestión del agua. Todas estas reformas no tienen como fin la satisfacción de las necesidades de la sociedad mexicana, sino la satisfacción de las inversiones privadas.

[2]     Plataforma social del Capítulo México del Tribunal Permanente de los Pueblos (2012) en Martínez, A. Región Tula-Tepeji, en el estado de Hidalgo: Acumulación de capital y producción de miseria. Tesis de Licenciatura en Economía. México: Facultad de Economía, UNAM.

[3]     http://www.proceso.com.mx/435267/revelan-colusion-empresas-mineras-lideres-del-narco

                https://www.vanguardia.com.mx/articulo/el-narco-no-es-tan-brutal-como-las-mineras-en-mexico

 

[4]     https://www.nytimes.com/es/2017/08/15/odebrecht-mexico-emilio-lozoya-pemex-corrupcion/

 

[5]     http://www.proceso.com.mx/485678/ohl-financia-campanas-del-pri-15-anos-alvarez-icaza

        https://elpais.com/internacional/2017/06/01/mexico/1496336906_790354.html

 

[6]     http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150724_mexico_aumenta_pobreza_combate_jp

[7]     Consejo Nacional de Evaluación de la Pobreza de México.

[8]     http://www.sinembargo.mx/25-02-2018/3387684

 

[9]     Elaboración propia con datos de INEGI y http://www.pewresearch.org/fact-tank/2017/03/02/what-we-know-about-illegal-immigration-from-mexico/

 

[10]   https://www.huffingtonpost.com.mx/2017/11/23/pena-y-calderon-suman-234-mil-muertos-y-2017-es-oficialmente-el-ano-mas-violento-en-la-historia-reciente-de-mexico_a_23285694/

 

[11] https://www.gob.mx/presidencia/articulos/lo-bueno-casi-no-se-cuenta-pero-cuenta-mucho-epn

 

[12]   http://www.sinembargo.mx/27-11-2017/3355607

 

[13]   https://expansion.mx/nacional/2017/12/13/103-defensores-ambientales-han-sido-asesinados-en-mexico-desde-1995

 

[14]   https://www.telesurtv.net/news/asesinato-defensores-ambientales-mexico-20180203-0034.html

 

[15]   http://www.fao.org/in-action/agronoticias/detail/es/c/507489/

 

[16]   Elaboración propia con datos de transparencia