Mapas y capas de los decretos de cuenca (Parte 1)

En un acto de desesperación, el pasado 6 de junio de 2018, el presidente Enrique Peña Nieto aprobó 10 decretos que levantaban la veda que protegía el agua en casi 300 cuencas (equivalente al 55% de los lagos y ríos del país).

La veda consiste en la prohibición para extraer agua para minería, agricultura, uso municipal o cualquier otro proyecto productivo. No obstante con los decretos, una parte del volumen del agua de estas cuencas puede ser utilizada como “zonas de reserva de aguas para los usos doméstico, público urbano y ambiental” y otra parte del volumen del agua se reservaría como “zonas para conservación ecológica”, en lugar de la prohibición total al uso del agua que consideraban las vedas anteriores. Algunos señalan que el llamado “caudal ecológico” en los decretos permite que haya un volumen de agua que el gobierno y WWF consideran como un caudal necesario para el ecosistema. Cabe destacar, sin embargo, que esto está muy alejado de la realidad. Los ecosistemas son diversos y complejos y no existe una cantidad “mínima” que garantice un sistema ecológico.

Asimismo, este caudal no contempla los usos de los pueblos originarios quienes han preservado las grandes masas de bosques presentes en las cuencas donde fueron levantadas las vedas. No es fortuito que los decretos levanten las vedas en las regiones con importantes concentraciones de bosque y territorios indígenas. Los bosques cuidados y custodiados por los pueblos originarios no los procuró el gobierno ni los múltiples megaproyectos a los que cedió el territorio nacional, priorizando la utilidad privada sobre el uso y disfrute de los pueblos. A diferencia de lo que creen algunos, el “uso humano” no es el mismo para una mina que para el uso tradicional de un pueblo zapoteco, ni tampoco el de la agroindustria que el de un pequeño arroyo de donde tomar el agua. Pretender homogeneizar el uso humano en un solo tipo de consumo concesionable es un discurso falaz que oculta el sentido de los decretos: la posibilidad de privatizar el agua en zonas conservadas y en corredores hídricos.

Como se aprecia en los mapas de abajo, en el país todavía hay extensiones importantes de bosque, que coinciden con los lugares donde se retiró la veda de las cuencas hidrológicas. Además, son corredores hídricos que van del atlántico al pacífico.

Antes de discutir más a fondo las implicaciones de las cuencas, creemos pertinente compartir las capas producidas con información del SINA y los decretos para profundizar en una discusión colectiva.

 

Descargar: CUENCAS NACIONALES SINA 2017.tar

Fuentes:

SINA de CONAGUA

Hansen, M. C., P. V. Potapov, R. Moore, M. Hancher, S. A. Turubanova, A. Tyukavina, D. Thau, S. V. Stehman, S. J. Goetz, T. R. Loveland, A. Kommareddy, A. Egorov, L. Chini, C. O. Justice, and J. R. G. Townshend. (2016). “High-Resolution Global Maps of 21st-Century Forest Cover Change.” Science 342 (15 November): 850–53. Última Consulta:[21 de abril de 2018]. Disponible en Internet en: http://earthenginepartners.appspot.com/science-2013-global-forest.

Decretos:

http://dof.gob.mx/index.php?year=2018&month=06&day=06