Pronunciamiento respecto a las irregularidades de las pasadas elecciones estudiantiles realizadas en la Facultad de Economía

Comité Editorial de Koinonía Politike

Como organización sin afiliación partidista, condenamos las irregularidades y la opacidad del proceso electoral llevado a cabo el pasado 5 de abril en la Facultad de Economía de la UNAM. En el presente contexto de elecciones presidenciales, en el que está en cuestión la imparcialidad del árbitro, creemos que la Universidad es un espacio donde no deberían existir prácticas que debiliten la participación y representación democrática de la comunidad, así como otras que siembren dudas sobre la legitimidad del proceso. Al contrario, la Universidad constituye un entorno donde académicos, estudiantes, trabajadores, colectivos, organizaciones e incluso transeúntes confluyen, dialogan, estudian, trabajan y conviven; es decir, es un espacio común de disfrute, aprendizaje y trabajo. Como tal, nuestra Universidad debería ser representativa de dicha comunidad de la manera más transparente, incluyente, democrática y plural posible.

Condenamos el mecanismo poco transparente y opaco de la votación electrónica con la que se llevó a cabo el proceso electoral de consejeros estudiantiles para los Consejos Universitario y Académico de Área de Ciencias Sociales. En un principio, el mecanismo no fue sometido ni al conocimiento público de la comunidad ni tampoco a un proceso de consulta, el voto de calidad del director de la Facultad tuvo la última palabra. Además, en ningún momento se hizo público el algoritmo, el software y la metodología detrás del sistema electrónico. No se sabe si los programadores pertenecen a la Universidad o si son externos a ella, como tampoco se cuenta con una auditoría del software. Asimismo, se desconoce quiénes fueron los encargados y los supervisores del proceso, como tampoco se sabe, en última instancia, quiénes tuvieron acceso al sistema antes, durante y después del proceso de votación.

Estas irregularidades no son exclusivas de la Facultad de Economía. Compañeros de las facultades de Derecho y de Ciencias Políticas y Sociales nos han informado que se llevaron a cabo elecciones estudiantiles con el mismo procedimiento electrónico y también con notables irregularidades. Creemos pertinente hacer un llamado de atención sobre la tendencia antidemocrática a la que han virado los asuntos relacionados a la comunidad universitaria. Entre ellos destacan el enrejamiento de los espacios públicos, así como las estrategias de seguridad adoptadas por las autoridades universitarias y la manera en la que se han tratado los casos de violencia de género, acoso sexual, tráfico de estupefacientes y otros actos contra la vida y libertad dentro de la universidad.

Rechazamos que se lleven a cabo elecciones en nuestra Universidad mediante dicho mecanismo electrónico mientras no haya testigos estudiantiles, auditorías independientes, publicación del algoritmo y del personal encargado y con acceso. Creemos que esta información debe ser pública y de acceso libre. En ningún proceso electoral puede permitirse tal grado de opacidad y ausencia de protocolos e información clara que garantice el voto libre y secreto de la comunidad. No conocemos si hubo encriptación que garantice el voto único, ni procesos o bugs que pudiesen eliminar o descartar votos, tampoco si hubo personal que pudiese hacerlo manualmente, así como qué destino tuvieron los datos crudos una vez terminada la elección.

En una elección presencial, se conoce en todo momento a los responsables de verificar la autenticidad del votante, el anonimato del voto, la ubicación de las boletas y quiénes tienen acceso. Este proceso se realiza en público frente a todos los que confluyen en la explanada de la Facultad. Asimismo, el conteo se realiza en el auditorio principal con testigos voluntarios que pueden acceder libremente a verificar el proceso. Creemos que la votación presencial puede esclarecer irregularidades como, por ejemplo, los más de 150 votos anulados para la consejería académica con respecto a tan sólo 22 anulados en la consejería universitaria. Nos resulta improbable la disparidad de dichos resultados y sólo una inspección del algoritmo y un análisis estadístico riguroso de los datos puede empezar a esclarecer la coherencia de estas cifras y la confiabilidad y representatividad de la elección.

Aunque la elección fue impugnada por una planilla mediante el debido proceso, hemos sido alertados sobre casos de descalificación, acoso e intimidación contra compañeros que protestan y denuncian las mismas irregularidades que nosotros. Rechazamos y condenamos esta actitud y comportamiento dentro de la comunidad universitaria en la que debiera prevalecer la apertura a la discusión plural, democrática y respetuosa. No debe ni puede reprimirse el derecho de las personas a denunciar, protestar, discutir, señalar y a discrepar.

Solicitamos que se realicen nuevamente las elecciones mediante la votación presencial y el conteo público de los votos en el que la comunidad conozca a los responsables y la ubicación de las boletas. Además, exigimos que se publiquen los algoritmos, el software, los resultados y la lista del personal con acceso al sistema de votación para las elecciones celebradas en la Facultad de Economía el pasado 5 de abril para dejar fuera de toda duda la posibilidad de un conflicto de interés. Pedimos que se realicen auditorías independientes sobre el mecanismo y la elección misma. También exhortamos a la comunidad universitaria a involucrarse en la vida política de la Universidad y a denunciar actos autoritarios, violentos, de censura y de hostigamiento. Adicionalmente, invitamos a aquellos que han incurrido en actitudes contrarias al respeto y dignidad de los seres humanos que reconsideren su papel como universitarios dentro de la sociedad mexicana y a asumir un nivel de discusión propio de lo que esperaría la sociedad de ustedes.

Durante muchos años se ha insistido en que la Universidad es espejo del país. Frente a un proceso electoral en ciernes, la Universidad sentaría un muy mal precedente si no esclarece las irregularidades que han sido denunciadas en el proceso electoral de consejeros universitarios y académicos de área. No se pretende comparar la importancia del consejero universitario o académico frente a la figura presidencial, pero ello no significa que sea menor la responsabilidad del respeto al derecho de los votantes para elegir a sus representantes y más aún cuando dichos representantes tendrán bajo su responsabilidad la aprobación del nuevo plan de estudios de la Facultad de Economía. La Universidad y la Facultad de Economía, en particular, no pueden darse el lujo de que se cuestione la legitimidad del plan de estudios.